Buenas prácticas y desafíos de instalar sistemas de seguridad electrónica en hoteles de playa

Buenas prácticas y desafíos para instalar sistemas de seguridad electrónica en hoteles de playa

 

Los hoteles de playa, por su ubicación privilegiada y su infraestructura, requieren un enfoque especializado en materia de seguridad electrónica. La combinación de huéspedes, empleados y la variabilidad del ambiente marino presentan desafíos únicos. A continuación, se detallan las buenas prácticas y características técnicas para garantizar una óptima seguridad en estos establecimientos.

 

1. Sistemas de Videovigilancia:

– Resistencia a la corrosión: Las cámaras y soportes deben ser de materiales anticorrosivos, como acero inoxidable o aleaciones específicas, para resistir la salinidad.

– Protección UV y térmica: Las cámaras deben contar con protección contra la radiación UV y sistemas de refrigeración para soportar la exposición directa al sol.

– Definición y campo de visión: Dada la extensión de áreas como piscinas, terrazas y zonas de playa, se requiere alta resolución y amplitud de campo de visión. La visión nocturna es esencial para monitorear en condiciones de poca luz.

 

2. Control de Acceso:

– Tecnología sin contacto: Para evitar el desgaste por la sal y la humedad, optar por sistemas sin contacto, como reconocimiento facial o tarjetas RFID.

– Protección contra la humedad: Los lectores y paneles deben estar sellados adecuadamente para evitar daños por la humedad del ambiente.

– Integración con sistemas de gestión hotelera: Facilitar el check-in/check-out y la gestión de áreas restringidas a ciertos huéspedes o personal.

 

3. Protección Perimetral:

– Sensores resistentes: Dado que la arena, la brisa y animales pueden activar falsas alarmas, es vital usar sensores adaptativos que distingan amenazas reales.

– Barreras físicas y electrónicas: Combinar cercas, mallas y sensores electrónicos para crear un perímetro seguro, especialmente en áreas de acceso directo a la playa.

 

4. Detección de Humo:

– Sensibilidad adaptada: Con la alta humedad, los detectores deben ser capaces de distinguir entre vapor de agua y humo real.

– Ubicación estratégica: Instalar en áreas clave como cocinas, habitaciones y zonas comunes, evitando proximidad a ventanas o puertas abiertas.

– Integración con sistemas de alarma: En caso de detección, el sistema debe estar integrado para alertar al personal de seguridad y a los huéspedes adecuadamente.

 

Conclusión:

La seguridad en hoteles de playa no solo se trata de proteger activos, sino también de garantizar una estancia segura y placentera para los huéspedes. Con una planificación adecuada y el uso de tecnología especializada, se pueden enfrentar los desafíos ambientales y operativos, ofreciendo un ambiente seguro y acogedor para todos.

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